Así es como comienza la descripción de Güeñes que se hace en el libro
Historia General de Vizcaya y Epítome de las Encartaciones, que escribió primero Iturriza en 1785 y que después re-escribió y actualizó Azcarraga:
A ambos lados de la carretera que se dirige a Valmaseda, a tres leguas y media de distancia de la villa de Bilbao se asienta el Concejo de Güeñes, que consta de trescientos treinta vecinos con mil quinientos veinticuatro habitantes, diseminados en varias barriadas que son: la Cuadra, Cabex, Sodupe, Goicuria, Berbejillo y la llamada propiamente Güeñes (...).
Habla, también, de las parroquias que existen en estos núcleos: Santa María (Güeñes), San Pedro de Zariquete (Zalla), San Vicente de Sodupe y San Miguel de la Cuadra. No se describen estas iglesias artísticamente, solo se mencionan datos administrativos y la cantidad de párrocos que las regentan. En cambio, en 1864, se describen todas las parroquias, incluso otras ermitas a las que Iturriza no da la menor importancia
(1).
Especialmente se mencionan los cementerios que se están construyendo, el primero de ellos terminándose en los propios días de escritura del libro y pagado por D.ª Segunda de Echezarreta, y el segundo situado en el camino de Gordexola, entre Padura y el barrio de Echevarría.
En esta jurisdicción no faltan tampoco Torres-antiguas que encierran grandes recuerdos; especialmente en la barriada de la Cuadra se ven varias casas armeras, cuyas paredes, bruñidas por los siglos, revelan su antiquísimo origen. Ahí están las torres nombradas de La Cuadra, la de Cabex, la de Lazcano-que fue una de las fortalezas de D. Lope García de Salazar, hoy propiedad del ex-presidente de la Diputación provincial D. Benigno de Salazas-y la de Bolibar. En Güeñes existen las torres de Sanchósolo y la de Jara, antiguamente propiedad del marqués de Bargas y en la actualidad de la familia de Mascárua.
Hoy en día, existe la casa-torre de la Cuadra, siendo muy conocida. La torre corona la colina en la que se encuentra, ejerciendo un total control sobre el barrio que hay a sus pies y sobre el tránsito tanto por el camino real como por el río Cadagua. También se mantienen en pie las torres de Lazkao (está rebajada), la de Santxosolo (con una puerta gótica y matacana), la de Jara (se encuentra rebajada) y la de Lakabex o Cabex, mientras que la de Bolibar no tiene ninguna mención
(2).
Por último, y limitándonos sólo a las Casas-torre más notables, citaremos el palacio de Amézaga, construido por los hermanos del mismo nombre, que mandaron los escuadrones de caballería en la famosa batalla de Almansa.
El conocido Palacio de Amézaga es uno de los monumentos actuales más interesantes de Güeñes, se trata de un palacio de los siglos XVII-XVIII que mezcla el estilo barroco con el neoclásico para conseguir formas simples y atractivas. Recubre la sillería caliza de color gris la piedra mampuesta que está debajo.
El palacio, en la carretera de subida al barrio de Bermejillo, se encuentra en estado de abandono y en ruinas, si bien nunca se llegó a construir totalmente su interior. Junto a él, existe un caserío que utiliza el palacio, propiedad de la diputación, como huerta y para guardar los animales
(3). Las historias que se cuentan de él varían mucho, profundizaremos en ellas.
Notas:
1. Guía histórico-descriptiva del viajero en el Señorío de Vizcaya en 1864. Juan E. Delmas.
2. Enciclopedia Auñamendi y Las casas torre en Vizcaya de Manuel Basas.
3. Visitas propias al lugar y conversaciones con los moradores del caserío.