17/5/10

Visitando Güeñes en 1785

Así es como comienza la descripción de Güeñes que se hace en el libro Historia General de Vizcaya y Epítome de las Encartaciones, que escribió primero Iturriza en 1785 y que después re-escribió y actualizó Azcarraga:
A ambos lados de la carretera que se dirige a Valmaseda, a tres leguas y media de distancia de la villa de Bilbao se asienta el Concejo de Güeñes, que consta de trescientos treinta vecinos con mil quinientos veinticuatro habitantes, diseminados en varias barriadas que son: la Cuadra, Cabex, Sodupe, Goicuria, Berbejillo y la llamada propiamente Güeñes (...).
Habla, también, de las parroquias que existen en estos núcleos: Santa María (Güeñes), San Pedro de Zariquete (Zalla), San Vicente de Sodupe y San Miguel de la Cuadra. No se describen estas iglesias artísticamente, solo se mencionan datos administrativos y la cantidad de párrocos que las regentan. En cambio, en 1864, se describen todas las parroquias, incluso otras ermitas a las que Iturriza no da la menor importancia (1).
Especialmente se mencionan los cementerios que se están construyendo, el primero de ellos terminándose en los propios días de escritura del libro y pagado por D.ª Segunda de Echezarreta, y el segundo situado en el camino de Gordexola, entre Padura y el barrio de Echevarría.
En esta jurisdicción no faltan tampoco Torres-antiguas que encierran grandes recuerdos; especialmente en la barriada de la Cuadra se ven varias casas armeras, cuyas paredes, bruñidas por los siglos, revelan su antiquísimo origen. Ahí están las torres nombradas de La Cuadra, la de Cabex, la de Lazcano-que fue una de las fortalezas de D. Lope García de Salazar, hoy propiedad del ex-presidente de la Diputación provincial D. Benigno de Salazas-y la de Bolibar. En Güeñes existen las torres de Sanchósolo y la de Jara, antiguamente propiedad del marqués de Bargas y en la actualidad de la familia de Mascárua.
Hoy en día, existe la casa-torre de la Cuadra, siendo muy conocida. La torre corona la colina en la que se encuentra, ejerciendo un total control sobre el barrio que hay a sus pies y sobre el tránsito tanto por el camino real como por el río Cadagua. También se mantienen en pie las torres de Lazkao (está rebajada), la de Santxosolo (con una puerta gótica y matacana), la de Jara (se encuentra rebajada) y la de Lakabex o Cabex, mientras que la de Bolibar no tiene ninguna mención (2).
Por último, y limitándonos sólo a las Casas-torre más notables, citaremos el palacio de Amézaga, construido por los hermanos del mismo nombre, que mandaron los escuadrones de caballería en la famosa batalla de Almansa.
El conocido Palacio de Amézaga es uno de los monumentos actuales más interesantes de Güeñes, se trata de un palacio de los siglos XVII-XVIII que mezcla el estilo barroco con el neoclásico para conseguir formas simples y atractivas. Recubre la sillería caliza de color gris la piedra mampuesta que está debajo.
El palacio, en la carretera de subida al barrio de Bermejillo, se encuentra en estado de abandono y en ruinas, si bien nunca se llegó a construir totalmente su interior. Junto a él, existe un caserío que utiliza el palacio, propiedad de la diputación, como huerta y para guardar los animales (3). Las historias que se cuentan de él varían mucho, profundizaremos en ellas.

Notas:
1. Guía histórico-descriptiva del viajero en el Señorío de Vizcaya en 1864. Juan E. Delmas.
2. Enciclopedia Auñamendi y Las casas torre en Vizcaya de Manuel Basas.
3. Visitas propias al lugar y conversaciones con los moradores del caserío.

Defensas militares de posguerra: Cabo Villano | Gerraosteko defentsa militarrak: Cabo Villano

EUSKERA. Gorlizko herria, bere sanatoriarekin eta bere baselizekin, gerraren ondorengo garaietan Frankok itsasoa defendatzeko aukeratu zuen lekuetako bat zen. Cabo Villanoko posizioa eraiki zuen, antzinean itsasargiak eta Villano izeneko uharte txikia aurrean dagoen lekuan.
Militar konplexuak 4 piezaz osatzen zen, horietatik gaur egun bat bakarrik bat geratzen dena, eta beste bunker bat mendiaren magalean. Horretaz aparte, konplexuak polborin batzuk zituen, bina pieza bakoitzeko. Hormetan oraindik ikus daiteke margotu ziren gauzak: Castro Urdialeseko faroaren kokapena, Punta Luceroko posizioa eta morse kodigoak.
Hurbil dagoen magal batean oraindik egon beharko litzateke hormigoizko tunel bat eta beste hainbat gauza, hortik gauean itsaoa argiztatzen zelako.
CASTELLANO. El pueblo de Gorliz, con su sanatorio y sus varias ermitas, fue en época de la post-guerra uno de los enclaves que eligió franco para defender su cantábrico. Construyó la posición de Cabo Villano, en una zona en la que antiguamente hubo faros y que tiene la pequeña isla de Villano delante.
El complejo contaba con 4 piezas, de las cuales hoy sólo queda una, y de un búnker de tres alturas situado a media altura en la ladera del monte. Además de eso, hay varios polvorines, dos por cada pieza. En las paredes, todavía se ven las antiguas pinturas que señalan las posiciones del faro de Castro Urdiales y de otros lugares como Punta Lucero.
En una ladera cercana, todavía queda un pequeño túnel de hormigón y debe de haber algún otro resto más, ya que desde esa misma ladera se accionaba el sistema de iluminación nocturna, de manera que no se delataba la ubicación de la posición.



9/5/10

Defensas militares de posguerra: Durañona

Lo que antiguamente fuera un simple campo, después fue la ubicación de un enorme cuartel con sus cañones y túneles, y hoy está a punto de sucumbir ante la amenaza de la supersur, una nueva autopista paralela a la A-8. Aún con ese peligro, parece que se salva todo: las tres casas y la nave que forman el cuartel y los túneles y pasadizos que conectan los distintos cañones.
Por este campo siempre corre un viento agresivo que entra dentro de los pasillos, en los que ha habido varios incendios, y recorre libremente todos los recovecos y antiguos polvorines.
Existe, entre los cuatro edificios, uno especialmente grande decorado con la recreación de una calavera como si de un escudo se tratase. Éste es el edificio principal, el cuartel.



Defensas militares de posguerra: Punta Lucero

Perdida en lo alto del monte sobre el puerto de Bilbao, se encuentra inmune al paso del tiempo esta antigua posición franquista. Han pasado muchas cosas desde que se abandonó, pero todavía quedan cuatro magníficos cañones totalmente mutilados y un sinfín de edificios. Entre esos edificios, se encuentra el antiguo cuartel totalmente desmantelado y con las paredes del interior destrozadas. Desde ese cuartel, se toma un túnel con escaleras y tramos en cuesta hasta llegar a otro que une todos los cañones y búnkeres.
Apuntando hacia el abra, seis antiguos cañones; y hacia Muskiz, el cuartel y otro búnker. Resulta complicado desvelar todo lo que el antiguo entramado militar esconde, ya que según se dice, por la parte de abajo de Punta Lucero todavía quedan restos reales de la Guerra Civil, del Cinturón de Hierro.




7/5/10

Defensas militares de posguerra: Ganguren

La posición del Ganguren es hoy en día una de las más conocidas, tanto por el tránsito que tiene su ubicación como por la cercanía de Artxanda. Se trata de una de las más amplias y bien construidas. Contaba con cuatro cañones de los que hoy en día solo queda su base, varias habitaciones y cientos de metros de túnel. Además, escondido en el bosque, existe un pequeño polvorín con un búnker excavado en la tierra y cerca de esto hay una posición de descanso con un mirador hacia Bilbao. Allí, escondida entre la maleza, nos encontramos una jarra que perfectamente puede encajar en la época de 1940.
Los túneles hoy en día están totalmente vandalizados, siendo en los primeros tramos mucha suciedad lo único que se ve. Según se avanza, al llegar al túnel más largo que comprende unos 200 metros, que se suele inundar con la lluvia, las paredes están limpias de pintadas y lo único que hay en el suelo es la tierra que entra por los antiguos agujeros de ventilación.




6/5/10

Defensas militares de posguerra: Introducción histórica

Después de acabada la Guerra Civil en el territorio Bizkaíno (el 17 de junio de 1937 el Gobierno abandonaba Bilbao y para el 29 de junio Balmaseda se hallaba ocupada), el gobierno y la diputación fueron eximidas en cuanto a su poder legal. Se estableció un único gobierno que regía Franco como dictador.
El llamado Gobierno de Euzkadi siguió siendo presidido por Jose Antonio Aguirre y Lecube, quién fuera lehendakari durante la Guerra, aunque esta vez en el exilio. Mantuvo su puesto hasta 1960.
El destrozado Cinturón de Hierro que soportó durante escasas semanas los ataques y bombardeos franquistas, había sido evidentemente pasado para entrar a Bilbao. Esto ocurrió en el monte Gaztelumendi, por la zona de Goikolexea en Larrabetzu.
Aunque para la época ya era una obra muy atrasada en la ingeniería bélica (las dimensiones de los nidos no eran adecuadas para las nuevas armas, muchos nidos estaban prácticamente al descubierto o en zonas estratégicamente malas, la capa de hormigón armado por la parte superior de los nidos era tan pequeña que cualquier obús percutor podía traspasarla...) Franco decidió aprovecharla para una de sus obras más estúpidas y magnas junto con los sistemas hidrológicos y los cientos de kilómetros de ferrocarril abandonados: la Línea P. Preferentemente, esa P es de 'pirineos', aunque también puede venir del nombre 'Pérez'. En Cataluña a una parte de esta línea defensiva se la llama Gutiérrez.
La línea P es una nueva línea defensiva con miles de búnkeres y de posiciones que pretendía defender a España de los maquis, según dicta la historia oficial, aunque lo más seguro es que el generalísimo tuviera miedo de ataques de sus propios aliados: los italianos y los alemanes. Hay que tener en cuenta que la II Guerra Mundial está ocurriendo en 1940 y que Hitler conquistó Alemania, así que España fue frontera con el imperio alemán.
Esa línea recorre todos los pirineos tanto en Cataluña como en Aragón, y penetra hacia Navarra terminando en Hondarribia, aunque esto no es del todo seguro ya que no existe un estudio de esta línea en su totalidad. Lo que si se sabe, es que comprende cientos de kilómetros y que los búnkeres que hoy quedan como supervivientes ahí siguen.
Se siguen cometiendo fallos, como no, parece que la experiencia ganada durante la Guerra Civil y la ayuda al franquismo durante ésta no sirvió de demasiado. Los fallos son que las posiciones, además de muy visibles, están demasiado juntas y unidas por largos túneles que en caso de bombardeo lo pasarían fatal, ya que son rectos.
En Bilbao existen restos de esa línea, queriendo, de alguna manera, "rellenar" los huecos que dejó Goicochea  en el Cinturón. Los puntos poco construidos del Cinturón (recuerdo que esta línea jamás se terminó al 100%) son la zona de Artxanda, Galdakao, Zierbena y Muskiz... Aquí lo único que había eran pocas trincheras y muy pocos nidos, y son los lugares que Franco quiso volver a militarizar.
Creó los complejos militares de: Punta Lucero (Zierbena), Durañona (Gallarta), Ganguren (Galdakao), el búnker de Munarrikolanda (Berango), Punta Galea (Getxo y Sopelana) donde había un cuartel y Cabo Billano (Gorliz).
Algunas de estas posiciones mantuvieron un cuartel, y fueron importantes. Esos cuarteles aguantaron hasta 1960, cuando definitivamente se abandonan las instalaciones definitivamente. Desde entonces, se han convertido en lugar de paseo de vándalos sin respeto por la historia y de graffiteros.

Durante la serie de reportajes que publicaré, un texto descriptivo acompañará a las fotos de estos lugares.

5/5/10

Ermita en el monte Alen (Artzentales)

Conocemos que en el monte Alen hay restos de la Guerra Civil, y se nos presentó la ocasión de acudir a él a realizar una interesante visita. Al final pudo ser, y el día 4 de octubre llegamos dificultosamente al barrio de Alen, en el monte del mismo nombre y en el municipio de Artzentales.
Curiosamente, unos paneles informativos nos dieron a conocer el antiguo pasado minero del monte: las extracciones al descubierto y en mina que se hacían, y el ferrocarril que transportaba el material. Consultamos unos mapas allí dibujados y iniciamos la ruta de ascenso a la cumbre del monte. Al poco tiempo, sin haber salido del barrio practicamente, se nos presenta una poco halagüeña estampa, la tenebrosa silueta de un antiguo lugar de culto convertido en un montón de ladrillos y tablas de madera. Desde luego, aqui se daría rienda suelta al fervor de unos mineros que en un principio no contaban con la adecuada sanidad, y que morían. Un lugar de antiguos miedos y esperanzas es el que tenemos delante.
Nada nos daría más gusto que conocer el porqué de esta ermita, pero simplemente no existe practicamente referencia a ella en los austeros libros sobre la minería, por tanto, damos así tal cual el único dato del que disponemos: que fue inaugurada en el 26 de octubre de 1899.


1/5/10

Basílica de la Concepción (Elorrio)

Sobre este templo Santos Pagadigorria, en su trabajo “La Villa de Elorrio” nos cuenta su agradable impresión:
“Cualquiera que entre en el templo de la Purísima por la parte zaguera, la primera impresión que recibirá será la grandiosidad al contemplar el gran retablo barroco de dimensiones poco comunes, que cubre la vasta superficie del ábside, así como la luminosidad del templo a través de vidrieras pintadas que dejan pasar a chorros la luz, y se esparcen por toda ella. Sostenda por cuatro columnas cilíndricas en las que nacen nervaduras múltiples que cubren toda la bóveda con modillones caprichosos, claves estofadas y la magnífica clave central que representa la coronación de la Virgen.”
Y es que como dice, el retablo es el más grande de Bizkaia, debido a sus monumentales dimensiones. Esto se puede tomar como claro ejemplo de que los ideales del gótico, que siempre ansia altura, todavía siguen vivos en este estilo del siglo XVII.
El retablo, característico por su color dorado, está diseñado en estilo churrigueresco y contiene más de 20 figuras sin contar con ángeles y querubines.
Según una inscripción el templo se realiza en 1459, mientras que otra inscripción nos informa de que una capilla data de 1506. De todas formas, la autoría de la iglesia es atribuible a Martin de Olaizola y a Silvestre Soria a la muerte del primero.
Las razones que llevaron a la construcción de la iglesia eran especiales. El núcleo urbano de la Villa está situado a dos kilómetros de la única iglesia que había antiguamente. La población se quejaba de la caminata que diariamente debían de realizar, exigiendo la construcción de un nuevo tempo en ámbito urbano.
Son abundantes detalles góticos, tales como las dos portadas ojivales del gótico tardío, y por supuesto las bóvedas y la columnaria de la planta salón, además de varios bellos rosetones.
Como curiosidad, la balaustrada metálica renacentista que recorre todo el perímetro del templo por el interior es nacida de las variadas ferrerías que surgieron en estas épocas. Renacentista es también el coro, para cuya construcción se hicieron venir 28 artistas franceses.
Artísticamente ya hemos mencionado el gran retablo mayor, realizado en estilo barroco con policromías doradas. Hay también tres retablos barrocos, de los cuales uno es formado por una gran pintura, y uno renacentista. Por último el exótico retablo de San Valentín de Berriotxoa, de puro mármol. Bajo el coro hay otros dos pequeños retablos con figuras en su interior.

(Al hacer click se abre la imagen en gran tamaño)